Síndrome del niño sacudido: cuadro clínico y evolución de 17 casos en el Instituto Nacional de Pediatría
Resumen
Introducción: el síndrome del niño sacudido es una modalidad grave del maltrato infantil: afecta al cerebro, la retina y a veces algunos huesos. Su frecuencia y características no se han precisado en México.
Objetivo: describir y determinar los posibles factores desencadenantes, los cuidadores, el cuadro clínico y la evolución de pacientes afectados por el síndrome del niño sacudido.
Materiales y métodos: estudio de serie de casos mediante el análisis de 17 expedientes de pacientes diagnosticados con síndrome del niño sacudido, en el Instituto Nacional de Pediatría, entre 2002 y 2010.
Resultados: doce pacientes (70%) eran del sexo masculino; la edad promedio fue de 5.7 meses (límites de 2 a 14 meses). Los antecedentes en el niño que probablemente pudieron desencadenar el sacudimiento fueron: en 11 casos la irritabilidad (71%), en 8 (47%) el llanto inconsolable y en 6 la presencia de una enfermedad aguda (35%). En los padres se identificó como posible desencadenante impulsividad en cinco casos (29%), estrés en cinco (29%) y enojo en tres (18%). Los cuidadores habituales del menor fueron la madre en 11 casos (65%), los tíos en cinco (29%), ambos padres en cuatro (24%) y los abuelos en tres (18%); el padre presenció el inicio de los síntomas de gravedad en 6 casos (35%), los tíos en cuatro (24%), la madre en tres (18%) y ambos padres en dos (12%). El cuadro clínico se caracterizó por crisis convulsivas en 13 pacientes (76%), irritabilidad en siete (41%), dificultad respiratoria en siete casos (41%), cianosis en seis (35%) y rechazo al alimento en cinco (29%). En el hospital se corroboraron: crisis convulsivas en 14 casos (82%), alteraciones en el estado de conciencia en once (65%), necesidad de apoyo ventilatorio en siete (41%) e irritabilidad en tres (18%). La exploración de fondo de ojo reveló: hemorragia retiniana unio bilateral en 15 pacientes (88%), hemorragia vítrea en nueve (53%) y desprendimiento de retina bilateral en tres (18%). La tomografía axial
computada de cráneo mostró edema cerebral en diez casos (59%), hemorragia subaracnoidea en nueve (53%), hematoma subdural en cinco (29%) y fractura de cráneo en cinco (29%), alteraciones con las que se estableció el diagnóstico de síndrome del niño sacudido (71%) y síndrome de niño sacudido y azotado (35%). Fallecieron seis niños (35%). Todos los sobrevivientes (11 pacientes) tuvieron secuelas: daño visual (59%), daño motor (53%), crisis convulsivas (50%), problemas del lenguaje (41%) y problemas en la audición (18%).
Conclusión: el síndrome del niño sacudido es una forma de abuso físico que debe ser motivo de sospecha en un niño menor de un año que súbitamente presenta crisis convulsivas, dificultad cardiorrespiratoria o llega muerto al hospital.
Derechos de autor 2015 Acta Pediátrica de México
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