Dermatitis por contacto: Lo esencial
Resumen
La dermatitis por contacto (DC) es una reacción cutánea inflamatoria y pruriginosa caracterizada por lesiones eritematosas resultantes de la exposición repetida a alérgenos o irritantes. Se clasifica en dermatitis por contacto alérgica (DCA) y dermatitis por contacto irritativa (DCI).
La DCI se produce por el daño citotóxico directo a la barrera cutánea causado por la exposición a sustancias irritantes. La DCA es una reacción inflamatoria a alérgenos que penetran en la piel mediada por un mecanismo de hipersensibilidad retardada tipo IV. La DCI representa aproximadamente el 80 % de todos los casos, lo que la hace más prevalente que la DCA (20 %). En la DCI, las lesiones suelen estar bien delimitadas y confinadas al lugar de contacto. Las manifestaciones clínicas incluyen pápulas, vesículas, erosiones, costras, descamación, liquenificación, fisuras y grietas en la epidermis. Los síntomas comunes incluyen ardor, escozor y dolor. En la DCA, las lesiones pueden extenderse más allá del área de contacto directo. Las características clínicas incluyen eritema, vesículas con exudado seroso, costras, liquenificación y fisuras en la piel. El prurito es un síntoma frecuente.
Cuando se conoce o sospecha la sustancia causante, el primer paso para confirmar el diagnóstico es observar si el problema resuelve al evitarla. Las pruebas de parche es el método de elección para confirmar el diagnóstico de DCA. Desde el punto de vista terapéutico, la prioridad es identificar y eliminar la exposición al agente causante. Se recomienda el uso de corticosteroides tópicos o sistémicos en función de la gravedad.