Prúrigo por insectos
Resumen
El prúrigo por insectos, también denominado urticaria papular, es una dermatosis inflamatoria común en la infancia causada por una reacción de hipersensibilidad a la saliva de insectos como mosquitos, pulgas y chinches. Es una de las principales causas de consulta dermatológica en pediatría, con prevalencia entre el 9–16%, predominando en climas cálidos y húmedos, y en niños con antecedentes atópicos.
La fisiopatología implica una respuesta inmunológica tipo Th2 con activación de mastocitos y basófilos, mediada por IgE e IgG. Las lesiones son polimorfas, predominan las pápulas pruriginosas con un punto central, y pueden acompañarse de vesículas, ronchas o ampollas. La evolución incluye prurito intenso, hiperpigmentación residual y posibilidad de sobreinfección secundaria.
El diagnóstico es clínico, apoyado en la nemotecnia SCRATCH, y el diferencial incluye escabiasis, dermatitis atópica, síndrome de Skeeter y Gianotti-Crosti. El tratamiento se basa en la tríada de prevención, control del prurito y paciencia, con medidas físicas, repelentes (DEET, permetrina, IR3535), antihistamínicos orales y esteroides tópicos. El pronóstico es favorable, con resolución espontánea en la mayoría de los casos durante la infancia