El desarrollo del niño hasta los 12 meses. Orientaciones al pediatra para su vigilancia con la familia
Resumen
El pediatra tiene un papel de primera importancia en la vigilancia y promoción del desarrollo de los niños; los padres estiman que es el profesional que puede orientarlos para saber si su desarrollo es normal y sobre la forma de proveer cuidados para favorecerlo. Para atender estas demandas el pediatra debe utilizar distintas herramientas que le permitan comprender la forma en que se va organizando el desarrollo del niño, pero a la vez la forma en que los cuidados, organización del ambiente y condiciones de riesgo y alarma pueden impactar en su evolución. No basta con aplicar pruebas de cribado, deben observarse además los procesos de crianza y la forma en qué aspectos del entorno pueden favorecer o limitar el desarrollo, acompañándose de recomendaciones claras que lo promuevan.
El objetivo primario de este artículo es llamar la atención del pediatra sobre la necesidad de asesorar a los padres sobre su capacidad para vigilar y favorecer el desarrollo normal y el cuidado de sus hijos en las actividades de la vida cotidiana. Señalamos aspectos del desarrollo susceptibles de ser observados regularmente y sobre los que se puede incidir mediante recomendaciones que modulen la relación con el niño. Exponemos una visión clínica del desarrollo infantil que permita, de manera sencilla, resolver las necesidades de los padres sobre cómo supervisar y conducir el desarrollo de sus hijos. Les proponemos complementar su evaluación con indicaciones y sugerencias para que aprendan a observar a sus hijos, siguiendo determinadas secuencias que de no cumplirse indican al pediatra una condición de riesgo y la necesidad de aplicar una prueba de tamizado completa otra de mayor especialización en la que se tenga experiencia.
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